En la institución no se fomenta la autonomía del alumnado. Existe violencia sistemática dentro de la escuela, lo que trae como consecuencia que la mayoría de estudiantes no se sienta identificado con la institución ni con su formación profesional, además de que genera un ambiente de trabajo desagradable. Algunos docentes formadores de futuros maestros no tienen una especialidad en la materia que atienden ni la experiencia en los contextos educativos con los que trabajan los estudiantes normalistas, lo que obstaculiza un poco el proceso de ensñanza aprendizaje.