Clima de inseguridad
En quien podría recaer la solución de este problema:
Primero que nada en las autoridades judiciales, ministeriales y policiales que en algunos casos están coludidos con este tipo de rufianes que delinquen a ojos de ellos y que cuando llegan a estar en manos de autoridades, fácilmente los dejan salir sin el castigo que se merecen. No hay penas para estos delincuentes que siendo menores en su magnitud por así decirlo, son como los roedores de graneros, son los que más hacen daño a la sociedad, pues socavan su escasa economía.
Segundo, deben haber cambio inauditos de autoridades judiciales, ministeriales y policiales para que no haya camaraderia con el hampa por dineros que estos ministradores de la ley puedan recibir, y pues pagar sus honorarios en actos que merezcan reconocimiento social, pues al no haber incentivos no hay respuestas de nuestras autoridades para el cambio.
Preparar a las policias para que no se dejen encantar por los maleantes y sus abogados que viven al acecho de una sociedad cada vez más deteriorada y denigrada en la desgracia económica donde los colocan tanto hampones como autoridades judiciales y ministeriales como policiales.
Agrandar más los servicios judiciales en cuanto a recursos humanos preparados con abogados titulados y muy éticos al deber, en pro de las causas sociales.
Evitar el uso de los Derechos Humanos en pro de delincuentes recurrentes con amplios incidentes delictivos, pues resulta que están más al servicio de los que delinquen que de los que se ven afectados en sus personas, en sus economías y en sus bienes, sin tener siquiera a las autoridades del lado de quien se vio afectado por actos criminales. Imaginense Ustedes más de 8 horas para levantar un acta en la agencia del ministerio publico, luego para ratificarla; para hacer saber a la autoridad un abuso que se cometió en un centro educativo, quien desea permanecer tanto tiempo, si no hay ni voluntad en ocasiones de atención a estos delitos que siendo menores pero si afectan al patrimonio de las escuelas