Esc. Sec. Tec. #68 Profr. Tirso Saldívar Acevedo
C.C.T. 28DST0068V
Profra. Rafaela Quintana Labra.
Equipo: Tarahumaras.
Nuestro equipo investigó sobre un juego de los tarahumaras que se nos hizo particularmente interesante; el juego del palillo o rachuela:
Se forman dos equipos de 5 hombres cada uno. Cada jugador cuenta con un “palillo”, que se asemejan a una cuchara de un metro de largo. Están hechos en una sola pieza de madera de encina. La zona más estrecha, en la empuñadura, mide unos tres centímetros de ancho, la zona más amplia unos veinte.
La mecánica es sencilla, primero y fundamental se hacen las apuestas que pueden ser en efectivo o en prendas. Apuestan los participantes y el resto de la comunidad Tarahumara. Posteriormente se entierra una pequeña bola de madera del tamaño de una pelota de golf. Por último se da inicio al juego con un grito, en ese momento los 10 jugadores buscan con sus palillos la pelota enterrada y tratan de llevarla al campo contrario que suele estar a uno o dos kilómetros. Gana el equipo que lleve la bola a la meta situada en el campo rival.
Los indígenas tarahumaras son conocidos por su arte popular; sus juguetes. Hechos con fibras vegetales, sus juguetes imitan el cuerpo de una muñeca, haciendo la cabeza con madera, el resto del juguete con trapo, y la indumentaria es tradicional de blusa, falda y un paño en la cabeza.
Otros juguetes como las “parihuelas”, aros que se van rodando con una vara, destinadas para las niñas, así como las pelotas de madera que van pateando los corredores en las carreras por la montaña, o los tamborcitos ceremoniales en miniatura, complementan la vasta producción juguetera del grupo.
La danza y la música entre los tarahumaras son dos componentes esenciales de la fiesta, para los tarahumaras las fiestas revisten la importancia que su calendario y sus actividades organizan en función de ellas.
- El bailar matachín se realiza en el templo de acuerdo con un calendario fijo, 3 de noviembre, periodo que va del 12 de diciembre al 6 de enero.
- Los cantos del wikaraame, acompañados de sonajas y de guajes entonando las líneas del ritual tutuburi frente a los cruces donde se realiza el sacrificio de cabras y ovejas, tienen que ver con la preparación de la ofenda de comida a dios.