«Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan.»
Leonardo da Vinci.
Escuchar decir que alguien es polímata, es hacer referencia a aquella persona que cuenta con grandes conocimientos sobre diversas disciplinas, entre ellas, las artísticas, científicas o humanísticas; en consecuencia, la historia reconoce que los filósofos de la antigüedad mantenían intrínseca esta característica de la sabiduría ancestral. Sin embargo, genio como pocos, el máximo representante de la polimatía, del paradigma humanista y de los ideales del Renacimiento italiano, nos lleva hasta el toscano, a quien RedEscolar rinde el presente tributo por su amplia contribución a las más distinguidas artes: la pintura, la escultura, el grabado, la arquitectura; además de interesarse por la anatomía, la ciencia y la ingeniería.
Figura excepcional que demostró con pasión que todo lo que uno se propone es posible lograrlo; conmemoramos así, la vida y obra del pintor, inventor, escultor, arquitecto, ingeniero, matemático, físico, químico, astrónomo... filósofo, estudioso de la anatomía, poesía, música, medicina, geología, botánica; creador de múltiples experiencias de aprendizaje legadas a la humanidad, se trata nada más ni nada menos que de Leonardo da Vinci.
Leonardo da Vinci. Biografía de un genio
Leonardo di ser Piero da Vinci, nacido un 15 de abril, pero de 1452 en Vinci, localidad de Florencia; fue criado como hijo único, a pesar de que su padre contrajera matrimonio en cuatro ocasiones, puesto que sólo en sus últimos dos matrimonios tuvo hijos. Desde pequeño demostró habilidad para dibujar, inspirado por los animales que conocía, su imaginación y la mitología. Al ingresar al taller de Andrea del Verrocchio, aprendió pintura, escultura y técnicas de creación artística; mientras que en el taller de Antonio Pollaiuolo, el pequeño Leonardo aprendería anatomía, latín y griego.
En el ámbito de las artes, junto a Miguel Ángel y Rafael, Leonardo es considerado uno de los pilares del Renacimiento italiano y parte de la triada de los grandes maestros del Cinquecento; mantuvo siempre el mismo paso que sus colegas jóvenes a lo largo de su carrera, de manera que forma parte de los personajes más importantes en la Historia.
Entre sus primeros trabajos se le atribuyen los ángeles del Bautismo de Cristo, en cuya obra, Da Vinci comenzó a utilizar la técnica de pintura al óleo, proveniente de Países Bajos; dicha técnica le brindaba mayor blandura a los trazos y mejor penetración en la tela. También se tiene registro de la construcción de la esfera de cobre en la iglesia de Santa María dei Fiori, proyectada por Brunelleschi; además de participar en los cuadros La adoración de los Magos y San Jerónimo, donde se aprecia su interpretación de la geometría, con marcados rasgos y claroscuros.
«La pintura es poesía muda; la poesía pintura ciega.»
- Leonardo da Vinci.
A su llegada a Milán, se presentó ante Ludovico Sforza, (Duque de Milán); con quien trabajó como parte de su corte durante 17 años. Además de desempeñarse como pintor y escultor, se dedicó a la ingeniería militar en campos como la hidráulica, mecánica y arquitectura, lo que le permitió desarrollar sus inventos con alto nivel de creatividad. Así como imprimir elementos de la ciencia matemática en sus pinturas, al diseñar planos y tomar apuntes de sus perspectivas, apreciaciones y proyecciones. Con Luca Pacioli, un fraile franciscano, entabló una gran amistad al colaborar de cerca ilustrando su obra De la divina proporción.
La Gioconda o la Mona Lisa, es quizá la obra más famosa de la pintura universal y las teorías acerca del origen de la modelo, la expresión de su rostro, la inspiración del autor y hasta los supuestos códigos secretos incluidos de los que hablaba la novela «El código Da Vinci»; lo que ha dado pie a multitud de estudios y análisis desde diferentes enfoques a favor de las diferentes corrientes y áreas del conocimiento.
Cerca del año 1500, Ludovico el Moro perdía el poder debido a la entrada de franceses en Milán, por lo que Leonardo abandonó la ciudad junto a Pacioli y se instaló en Venecia contratado como ingeniero militar; algunos de sus diseños y aportaciones a la ingeniería sólo fueron posibles de realizar, siglos después; ya que en su momento requerían de financiamiento que no tuvo inversionista que se atreviera a actuar en contra de las leyes naturales o designios de la iglesia.
Leonardo regresó a Florencia como ingeniero militar bajo el régimen de los Borgia. Y ya que César, hijo del papa Alejandro VI, buscaba conquistar territorios al norte, Da Vinci fue el encargado de trazar los mapas, calcular distancias de manera precisa, proyectar puentes y diseñar armas de artillería para cumplir con los propósitos del rey. En 1501, Leonardo realizó el boceto de Santa Ana, La Virgen y el Niño. Dos años después le encomendaron la tarea de crear un mural en el palacio Viejo: La batalla de Anghiari, obra inconclusa por falta de recursos, y finalmente perdida a causa del deterioro e inadecuada restauración.
Más tarde, por encargo anónimo, pintó una de las obras más representativas de su carrera: La Mona Lisa Gherardini, que inspiró piezas musicales, libros y leyendas; y a la que el pintor le tomó tal cariño, que lo acompañó hasta sus últimos días. Entre sus principales características, se encuentra su enigmática sonrisa; un trazado basado en el sfumato, que ha sido imitado en múltiples ocasiones; y la identidad misteriosa de su modelo. De esta manera, la obra ha sido considerada la cumbre de la ciencia pictórica de Da Vinci.
La curiosidad de Leonardo no cesaba, y mucho menos sus ansias por conocer la ciencia a fondo, por lo que basaba sus apuntes y conocimientos en sus observaciones directas, tales como disecciones de cadáveres o el vuelo de los pájaros. Por invitación de Charles d´Amboise, gobernador de Milán, se integró como arquitecto y pintor de la corte en 1506. Además, se dedicó a sus estudios y tratados; escribió sobre matemáticas, geología, mecánica, óptica, búsqueda de leyes, entre otros temas y áreas de conocimiento. Permaneció en el Vaticano dibujando mapas, realizando estudios y bocetos de construcciones; pero en 1516, dejó Italia y pasó sus últimos años de descanso en el palacio de Cloux en Francia; aunque todavía realizó algunos proyectos, pese a la parálisis de su brazo derecho.
Así, llegó el día de su muerte el 2 de mayo de 1519; dejando como heredero de sus obras, dibujos y manuscritos a Melzi, su pupilo. Se cuenta que Leonardo se confesó y recibió los sacramentos y santos óleos antes de expirar. En los jardines del Castillo de Amboise, se aprecian recreaciones a tamaño real de varios de sus inventos; localizado sobre una colina en el Valle del Loira, además de su tumba; de ahí su importancia y por lo que el conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
Leonardo Da Vinci fue el modelo que representó el papel de Platón en la pintura La Escuela de Atenas, por Rafael.
Como inventor, dejó trazadas las ideas de lo que luego serían dispositivos y aparatos tan dispares como el paracaídas, el helicóptero y el tanque, aunque el nivel tecnológico de su época hizo imposible que los viera convertidos en realidad. Sin duda, su legado universal está en el campo de la pintura. Obras magnas como La última cena o La dama del armiño han quedado relativamente eclipsadas por la dimensión de su cuadro más famoso: La Mona Lisa o La Gioconda, expuesta en el museo del Louvre de París y convertida en un auténtico icono popular.
Leonardo no tenía un apellido real; era hijo ilegítimo. Y aunque muchos nos referimos a él como “da Vinci”, la verdad es que Leonardo no tenía un apellido, al menos no como lo pensamos en el sentido moderno. Da Vinci literalmente significa “de Vinci”, su ciudad natal. Esto era algo común en ese momento. Durante la vida de Leonardo, los apellidos hereditarios se hicieron más populares entre la clase alta, y se convirtieron en una práctica común hasta mediados del siglo XVI. Es por eso que todavía encontramos que la mayoría de los museos y libros académicos simplemente se refieren a él como Leonardo.
Debido a su genialidad, no recibió educación formal y tampoco pintaba mucho, aunque debutó como aprendiz a los 15 años; le fascinaba el cuerpo humano, profundizó su conocimiento al realizar hasta 30 disecciones humanas en hospitales de Milán, Florencia y Roma. Aprendió los conceptos básicos de lectura, escritura y aritmética, pero gran parte de su profundo aprendizaje llegó en una etapa posterior de su vida. Como autodidacta aprendió el latín, idioma de los académicos en ese momento. Por otro lado, ya treintañero, las matemáticas avanzadas entraron a su vida.
Su pasión por la anatomía creció tanto que se convirtió en un área de estudio propia para el artista, independientemente de cómo influyó en su trabajo artístico. Desde el principio, no solo estaba interesado en la estructura de la anatomía, sino que también comenzó la investigación fisiológica. Sus dibujos que muestran cómo el cerebro, el corazón y los pulmones funcionan como el núcleo del cuerpo todavía son reconocidos como un gran logro en la ciencia. De hecho, sus dibujos anatómicos ayudaron a sentar las bases de la ilustración científica moderna.
Muchos de los cuadernos de Leonardo se encuentran en instituciones prominentes como la Biblioteca Británica y el Museo Victoria & Albert, pero uno, en particular, está en manos de un genio moderno. El Codex Leicester fue comprado por Bill Gates, cofundador de Microsoft, en 1994 por 30.8 millones de dólares. El cuaderno de 72 páginas fue escrito entre 1506 y 1510. Contiene una serie de reflexiones científicas, sobre todo, desde las razones por las cuales el cielo es azul hasta la luminosidad de la Luna, hasta cómo funciona el movimiento del agua y cómo se originaron los fósiles.
Estudio en cuaderno de un feto por Leonardo da Vinci, c. 1510-1513. (Foto: Dominio público vía Wikipedia)
Estudios de caballos por Leonardo da Vinci, c. 1490. (Foto: Dominio público vía Wikipedia)
Después de revisar la vida y obra de nuestro personaje universal, los invitamos a realizar las siguientes actividades: