“El ave canta, aunque la rama cruja, porque conoce lo que son sus alas”.
- Salvador Díaz Mirón

Dentro de la comunidad de RedEscolar del ILCE, conmemoramos el aniversario luctuoso del poeta mexicano precursor del modernismo, Salvador Díaz Mirón, quien nació en el puerto de Veracruz, el 14 de diciembre de 1853 y falleció el 12 de junio de 1928.

Su madre fue Eufemia Ibáñez Garro y su padre el periodista y político liberal Manuel Díaz Mirón, director del periódico literario “El Veracruzano” y gobernador interino del estado.

La vida de Salvador Díaz Mirón, poeta, periodista, político y hombre de acción, es también la de un hombre que buscó la congruencia entre su idea heróica de la vida y de la poesía. Pudo ser uno de aquellos literatos militares que destacaron en la Guerra de Reforma y en la lucha contra la Invasión francesa, pero llegó al mundo una generación más tarde y le tocó vivir la mayor parte de su vida adulta bajo la llamada Pax Porfiriana, en la que se combinaban promesas de progreso con grandes desigualdades sociales y el descontento era mantenido a raya por el poder del general Porfirio Díaz.

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Romanticismo: 1874- 1891

La educación de Salvador, realizada en Xalapa, fue accidentada pero muy completa; la que combinó con tutores, el estudio autodidacta y su paso por el Seminario para cursar sus estudios de bachillerato, institución en la que pudo acercarse a los autores clásicos grecolatinos. A los 14 años hablaba inglés, francés y estaba familiarizado con el griego y el latín; también estuvo de viaje por los Estados Unidos y pasó una breve temporada junto a su padre en Nueva York. De regreso a Veracruz se inició en el periodismo. La escritura llamaba poderosamente su atención y a los 21 años comenzó a colaborar formalmente en las secciones literarias de diversos periódicos.

Entre estos poemas dispersos se cuentan “Oda a Víctor Hugo”, “Cleopatra”, “A Gloria” (dedicada a su novia, Genoveva Acea Remond, con quien se casaría en 1882); “Voces interiores”, “Ojos verdes” y “Redemptio”. Varios de estos poemas fueron recopilados por Vicente Riva Palacio para incluirlos en su antología titulada El Parnaso Mexicano, publicada en 1886, que constituía un panorama de la lírica en México.

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Obra y vida entrelazada

Sus biógrafos han dividido la vida del poeta en tres periodos marcados tanto por los acontecimientos de su vida como por las diferencias en su estilo literario.

  • Romanticismo: 1874- 1891
  • Modernismo: 1892 -1901
  • Postmodernismo 1902-1928

Su Obra en la época del Romanticismo


La obra temprana de Díaz Mirón puede enmarcarse en el movimiento romántico, que en Hispanoamérica fue más bien tardío, que siempre reconoció su admiración por Lord Byron y por Víctor Hugo. Otra fuerte influencia en este periodo fue el saltillense Manuel Acuña, tan famoso por su obra como por su suicidio en 1873. Un año más tarde, el joven Salvador fundaría en Veracruz la “Sociedad Literaria Manuel Acuña”.

Durante este periodo alcanzó gran maestría en varias formas poéticas. Una de éstas fue las estrofas de cuatro versos, de once sílabas cada uno, con rima cruzada, a los que se les llama tradicionalmente “Serventesios”. Aunque a veces no se percibe, las formas poéticas se relacionan con maneras de expresar el pensamiento. En el caso de Díaz Mirón, los dos primeros versos señalan una idea, y en los dos posteriores usa alguna imagen o metáfora para confirmar la idea y darle gran fuerza. De los mejores ejemplos es esta estrofa del poema “A Gloria”:


Ejemplo:

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¡La poesía! Pugna sagrada,
radioso arcángel de ardiente espada,
tres heroísmos en conjunción:
el heroísmo del pensamiento,
el heroísmo del sentimiento
y el heroísmo de la expresión.

Flor que en la cumbre brilla y perfuma,
copo de nieve, gasa de espuma,
zarza encendida do el cielo está,
nube de oro vistosa y rauda,
fugaz cometa de inmensa cauda,
onda de gloria que viene y va.

Nébula vaga de que gotea,
como una perla de luz, la idea;
espiga herida por la segur,
brasa de incienso, vapor de plata,
fulgor de aurora que se dilata
de oriente a ocaso, de norte a sur.

Verdad, ternura, virtud, belleza,
sueño, entusiasmo, placer, tristeza;
lengua de fuego, vivaz crisol;
abismo de éter que el genio salva,
alondra humilde que canta al alba,
águila altiva que vuela al sol.

Humo que brota de la montaña,
nostalgia obscura, pasión extraña,
sed insaciable, tedio inmortal,
anhelo tierno e indefinible,
ansia infinita de lo imposible,
amor sublime de lo ideal.

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Modernismo: 1892 -1901


En esta etapa, Díaz Mirón se dedicó a experimentar con otras formas poéticas, a la búsqueda de la perfección técnica y expresiva. La etapa incluye los años (1895 a 1900) que pasó en prisión, y que tendrían una enorme influencia en el tono y temáticas de su obra.

Ya desde 1880 se venía configurando una corriente literaria que reflejaba, tanto en la narrativa como en la poesía, la búsqueda de Hispanoamericana por encontrar su lugar en el moderno mundo industrial, en el que las potencias europeas dominaban económica y culturalmente el globo. Entre sus iniciadores estuvieron el mexicano Manuel Gutiérrez Nájera, los cubanos José Martí y Julián del Casal, además del colombiano José Asunción Silva.

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Lascas-Poesía

En 1901, con apoyo del gobierno de su estado, publicó su obra más destacada: Lascas. Se trata de uno de los libros más famosos y estudiados de la literatura mexicana, por varias razones. La primera es la calidad de sus 40 poemas. Otra es que se trata del primer poemario de la literatura mexicana. Un poemario es una obra en que los poemas exploran temáticas cercanas y, de alguna manera, dialogan entre sí para comunicar la mirada que el poeta tiene del mundo. Algunos de estos poemas son “La giganta”, “Canción medieval”, “Nox”, “A Tirsa”, “Paquito”, “Idilio”, “Claudia” y “A una araucaria”. Lascas también incluye algunos poemas escritos en prisión, como “El fantasma” y “La oración del preso”.

El libro tuvo gran éxito; sus poemas se recitaban en reuniones y plazas, y Díaz Mirón decidió donar los quince mil pesos que recibió por regalías para enriquecer la biblioteca del Colegio Preparatorio de Xalapa. Fue su único libro autorizado.

Modernismo: 1892 -1901


También fue la primera vez que un movimiento literario fluyó de Hispanoamérica hacia Europa. Aunque no fue una corriente con manifiestos y programas, sus seguidores coincidían en el uso de un léxico refinado, abundancia de figuras retóricas y buscar la sonoridad del lenguaje. También compartían algunas temáticas y preocupaciones comunes, como el interés en la poesía del Siglo de Oro, la influencia de la literatura francesa, el orgullo por sus respectivas nacionalidades y la desconfianza frente al materialismo industrial y a la política internacional de los Estados Unidos de Norteamérica.

Además de Rubén Darío, muchos modernistas sentían admiración por Díaz Mirón, como, el peruano José Santos Chocano, el argentino Leopoldo Lugones, el uruguayo Julio Herrera y Reissig, y el español Francisco Villaespesa, quienes conformaron la generación de madurez del Modernismo. Esta fama de Salvador fue causa de que se imprimieran antologías no autorizadas de sus poemas, una en Nueva York, en 1900 y 1905, titulada Poesías y otra en París, en 1900. Aunque Díaz Mirón se quejó de estas, lo cierto es que contribuyeron a acrecentar su celebridad.

Postmodernismo 1902-1928


El siguiente periodo de su vida tuvo diversos altibajos, personales y políticos. Quizá por ello sus poemas posteriores se publicarían de forma dispersa en periódicos y revistas como el Semanario Literario Ilustrado, la Revista Moderna, El Debate, Arte y Letras, y el medio favorito de las clases altas del Porfiriato: El Imparcial.

En cuanto a su estilo, Díaz Mirón buscó un lenguaje más depurado y conciso. Sin embargo, nunca dejó de experimentar y buscar la perfección en su expresión poética.

Es llamado como poeta oficial para la celebración del Primer Centenario de la Independencia de México, para la cual escribe el poema “Al buen cura”.

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Obras relevantes


    El Parnaso Mexicano. Antología de Vicente Riva Palacio que incluye poemas de Díaz Mirón (1886).

    Poesías. Antología no autorizada. Nueva York, por Boston & Co. (1895 y 1900).

    Poesías. Antología no autorizada. París, Viuda. de Charles Bourel (1900).

    Lascas. Xalapa, Gobierno del Estado de Veracruz (1901).

    Poesías Completas. Ciudad de México, UNAM. Con notas de Antonio Castro Leal (1942).

Sitios de interés


En esta sección se presentan algunos recursos audiovisuales que pueden servir a la comunidad educativa para el diseño de sus actividades didácticas.

Sabías que…


Forma es fondo, Díaz Mirón y la innovación técnica en la poesía

En el poema “Epístola Joco-seria”, que forma parte de Lascas, Díaz Mirón expresó su interés por la técnica, la innovación y la musicalidad en la escritura:

Forma es fondo; y el fausto seduce
si no agranda y tampoco reduce.
¡Que un estilo no huelgue ni falte,
por hincar en un yerro un esmalte!
¡Que la veste resulte ceñida
al rigor de la estrecha medida,
aunque muestre, por gala o decoro,
opulencias de raso y de oro!

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Gran conocedor del soneto clásico, Díaz Mirón también escribió una variante llamada “Soneto arrondelado”, en la cual los versos de los cuartetos se repiten en los tercetos, para consolidar el mensaje del poema.

Música fúnebre

Mi corazón percibe, sueña y presume.
Y como envuelta en oro tejido en gasa,
la tristeza de Verdi suspira y pasa
en la cadencia fina como un perfume.

Y frío de alta zona hiela y entume;
y luz de sol poniente colora y rasa:
y fe de gloria empírea pugna y fracasa,
¡como en ensayos torpes un ala implume!

El sublime concierto llena la casa;
y en medio de la sorda y estulta masa,
mi corazón percibe, suena y presume.

Y como envuelta en oro tejido en gasa,
la tristeza de Verdi suspira y pasa
en la cadencia fina como un perfume.

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Otro cambio introducido por Díaz Mirón fue en las décimas. Estas consisten en 10 versos de 8 sílabas, inventadas por el poeta murciano Vicente Espinel, hacia el año 1591 y llamadas por ello “décima espinela”. Tienen cuatro rimas distintas (A, B, C y D), son musicales y pegadizas; y la usaron muchos poetas del Siglo de Oro e incluso músicos populares. Díaz Mirón aumentó el reto al reducir a tres las rimas de sus décimas (A, B y C), lo que limita las palabras posibles que se pueden elegir sin perder la musicalidad o caer en cacofonías. A esta variante se le llama “décima diazmironiana”.

¿Hombre de honor o bravucón?

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La justificada fama de temperamental que tuvo el poeta ha desviado la atención de otros aspectos de su personalidad, como su obsesión por la idea de honor que dominaba su época o su compromiso político, a veces fallido, con diversas causas. Sus contemporáneos lo describían como una persona apasionada, de carácter explosivo, aficionado a las armas, experto tirador, y famoso por su potente voz.

Este carácter y la idea de honor imperante en el siglo XIX lo llevaron a tener distintos conflictos a lo largo de su vida. Hay que tener presente que apenas en 1892, se publicaba un “Código Nacional del Duelo”, por el coronel Antonio Tovar. Esa tradición se comenzaba a considerar anticuada pero aún se aprobaba por la oligarquía del Porfiriato, que calcaba usos europeos.

El primer duelo de Díaz Mirón fue contra Martín López, en Orizaba, que resultó con el poeta herido en la clavícula, lo que afectaría el movimiento de su brazo izquierdo por el resto de su vida. Más tarde tuvo otro duelo, esta vez con Manuel María Migoni, quien salvó la vida gracias a que su cartera desvió la bala que Díaz Mirón apuntó hacia su corazón.

En junio de 1879, un grupo de partidarios de Sebastián Lerdo de Tejada se levantaron contra el gobierno de Porfirio Díaz. Tras ser derrotados, el presidente ordenó su ejecución al gobernador general Luis Mier y Terán, con una orden que se hizo famosa: “Mátenlos en caliente”. Díaz Mirón consideró esas ejecuciones como un crimen, y desde los periódicos retó a duelo al gobernador, quien no aceptó, alegando que su cargo no se lo permitía. Díaz Mirón exclamó que no era lo mismo mandar ejecutar a otros que arriesgar la propia vida.

En 1882 se enfrentaría con Leandro Llada, a quien le quitó la vida, pero es absuelto por las reglas de duelo. Más tarde, durante las elecciones de 1892, tuvo una disputa con Federico Wólter, quien lo insultó y golpeó con un bastón. Indignado, Díaz Mirón le disparó con un arma de fuego, acabando con su vida. Por este hecho fue enjuiciado y pasó 4 años preso, entre 1895 y 1900, y salió por una intervención del Porfirio Díaz, quien era su admirador pese a sus desacuerdos políticos.

Tras su salida de prisión en 1900, el poeta buscó llevar una vida más tranquila. Pero a inicios de 1910, ya con 57 años, Díaz Mirón anhelaba volver a la vida política, y encontró la ocasión ante la creciente alarma que en Veracruz había despertado Santana Rivera (apodado "Santanón" por su estatura de casi 2 metros), quien asaltaba a los dueños de plantaciones y comerciantes del centro del estado. El poeta obtuvo el permiso del gobernador Dehesa para perseguir y capturar al bandido, y el mando sobre un grupo de rurales. Lo buscó por mes y medio y terminó por comprender que la población protegía al forajido, pues tenía fama de distribuir el producto de sus robos. Se rumoraba que Santanón tuvo a tiro al poeta varias veces, pero nunca le disparó, ya que lo admiraba. Ese mismo año, Salvador tuvo un altercado con el diputado Juan Chapital, ante el cual Porfirio Díaz no pudo defenderlo ya, y fue a prisión por cinco meses. En ese lapso triunfó la Revolución de Francisco I Madero, y Díaz Mirón fue liberado. Era el final de una época, para el poeta y para México.


Trayectoria política y vida pública

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Además de la literatura y el periodismo, Díaz Mirón tuvo un gran interés en la política y soñaba con ser gobernador de su estado. Gracias a su popularidad, en 1878 con 25 años, fue electo diputado por el distrito de Jalancingo. Aunque no son muy conocidas, varias de sus colaboraciones en periódicos fueron de ensayo político. Durante el Porfiriato fue diputado y en algunas ocasiones manifestó su desacuerdo con la política del general Díaz, pero su fama y su posición social lo protegieron de represalias.

Su último encarcelamiento, en 1910, concluyó con la victoria del movimiento revolucionario, pero Díaz Mirón no sentía simpatía por Francisco I. Madero, con quien tuvo desacuerdos. Quizás por eso, tras la muerte del prócer, aceptó la invitación de Victoriano Huerta para dirigir el diario El Imparcial, lo que hizo entre septiembre de 1913 y julio de 1914, y desde ese medio criticó a Pancho Villa y a Emiliano Zapata. Tras la derrota de Huerta, Díaz Mirón se marcha al exilio, viajando a Santander, España y después a la Habana, Cuba, donde pasa dificultades económicas y se sostiene dando clases.

Venustiano Carranza le concedería una amnistía que permitió al poeta regresar a Veracruz, y residir en la actual Casa Museo que lleva su nombre. Fue director de la Escuela preparatoria de Xalapa y también electo como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua el 6 de septiembre de 1922. Sus admiradores planeaban hacerle un homenaje nacional en 1927, que Díaz Mirón rechazó, al igual que una pensión que pensaba concederle el presidente Álvaro Obregón.

El poeta falleció el 12 de junio de 1928, en el puerto de Veracruz. Sus restos fueron llevados a la Rotonda de las Personas Ilustres, de la Ciudad de México.


¿Cursilería o talento y realismo social? “Paquito”

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Alguna vez se definió a lo cursi como un intento por alcanzar lo sublime, pero sólo cayó en lo ridículo. Uno de los poemas más controvertidos de Díaz Mirón, calificado en décadas recientes como cursi, es “Paquito”, incluido en Lascas. Pronto se hizo muy popular, y se declamaba con frecuencia en reuniones, festividades escolares y concursos de oratoria. Incluso existen versiones cantadas, aunque prescinden de la primera estrofa, cuyo léxico es un poco más difícil que el resto del poema.

Cubierto de jiras,
al ábrego hirsutas
al par que las mechas
crecidas y rubias,
el pobre chiquillo
se postra en la tumba,
y en voz de sollozos
revienta y murmura:
“Mamá, soy Paquito;
no haré travesuras”.

Y un cielo impasible
despliega su curva.

Dar clic en las letras doradas para ver el glosario

Quizás la fama del poema hartó a algunos literatos, que comenzaron a considerarlo como una de las peores obras de Díaz Mirón. Sin embargo, el poema ha tenido grandes defensores, como Juan Domingo Argüelles y, recientemente, el poeta y ensayista Sandro Cohen, quien alabó el uso que hace Díaz Mirón de la aliteración, o repetición intencional de sonidos para obtener un efecto simbólico o musical. En el caso de “Paquito”, la letra “u” se utiliza para expresar la inclemencia del clima y, por reflejo, la desesperación y llanto del niño, así como la injusticia de la sociedad. Y el estribillo con que cierra cada estrofa refleja la indiferencia de las personas por medio de la imagen de un cielo impasible.

Sugerencias didácticas


A la Comunidad de RedEscolar invitamos a retomar la información compartida y apoyar sus lecciones con la serie de actividades que ahora les compartimos:


Construcción de significado en un poema


Docentes, realicen con los estudiantes una primera lectura del poema “A Gloria” y otros. Puede aprovecharla para modelar cómo se recita, y trabajar con el léxico de la obra para abordar algunas dificultades de comprensión.

A continuación, analicen en grupo o subgrupos (equipos de 4 o 5 participantes) el juego de oposiciones que expresa Díaz Mirón en el poema. Sus estudiantes pueden buscar las palabras que expresen campos semánticos y conceptos opuestos, que Ud. considere interesantes; por ejemplo:

Paisajes y lugares mencionados
Animales mencionados
Objetos suaves – objetos duros
Cosas luminosas o brillantes - Cosas oscuras

Pregunte a los estudiantes qué relación tienen estas oposiciones con los dos personajes del poema: Gloria y el poeta que se dirige a ella.

Una vez lograda la comprensión general del poema, pueden analizar los roles de género que se expresan en el poema; y hablar sobre el contexto y la personalidad del poeta. Después, los estudiantes podrán escribir un breve análisis de la obra e incluso sus propios poemas.

Preocupaciones sociales


Uno de los poemas que más muestran la ideología política del poeta es “Asonancias”. Sin embargo, es un poema sorprendentemente actual. Sugerimos iniciar con un análisis e identificación colectiva de la idea expresada en cada estrofa.

Asonancias
Sabedlo, soberanos y vasallos,
próceres y mendigos:
nadie tendrá derecho a lo superfluo
mientras alguien carezca de lo estricto.


Lo que llamamos caridad y ahora
es sólo un móvil íntimo,
será en un porvenir lejano o próximo
el resultado del deber escrito.

Y la Equidad se sentará en el trono
de que huya el Egoísmo,
y a la ley del embudo, que hoy impera,
sucederá la ley del equilibrio.

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Docnetes, soliciten a los estudiantes expresar en palabras propias las ideas de cada estrofa, en particular, que argumenten su acuerdo o desacuerdo con lo expresado por el poeta. Los versos resaltados pueden considerarse los más reconocidos y significativos del poema. Puede agregar una sesión de declamación (colectiva también) y practicar con recursos prosódicos.

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Fuente: Palabra virtual

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Fuente: Palabra virtual


Referencias


  1. Cohen, S. (2017). “La métrica y la eufonía detrás de un poema entrañablemente odiado. "Paquito" de Salvador Díaz Mirón”, en Tema y variaciones de literatura Núm. 48. Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco. [en línea] http://temayvariacionesdeliteratura.azc.uam.mx/index.php/rtv/article/view/34/33

  2. Díaz Mirón, S. (1900). Lascas. Edición digital, UNAM. [en línea] http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080019317/1080019317.PDF

  3. Dirección de Difusión y Relaciones Públicas, (14 diciembre, 2019). Salvador Díaz Mirón, el poeta retador, considerado fundador del modernismo. INBAL - Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. [en línea] https://inba.gob.mx/prensa/13540/salvador-diaz-miron-el-poeta-retador-considerado-fundador-del-modernismo

  4. Espejo, B. (diciembre, 2005). “El poeta y el bandido”. En Casa del tiempo, no. 83. Universidad Autónoma Metropolitana. [en línea] http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/83_dic_ene_2005/casa_del_tiempo_num83_04_11.pdf

  5. Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). “Biografía de Salvador Díaz Mirón”; en Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona. [en línea] https://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/diaz_miron.htm

  6. Martínez, J. (2020). Salvador Díaz Mirón. Académica Mexicana de la Lengua. [en línea] https://www.academia.org.mx/academicos-1923/item/salvador-diaz-miron

  7. Muñoz, A. (25 julio, 2017). “Salvador Díaz Mirón” en Enciclopedia de la Literatura en México. [en línea] http://www.elem.mx/autor/datos/2977

  8. Pacheco, J.E. (editor), (2019). Antología del modernismo, 1884-1921. Ediciones Era.

  9. Portal Palabra virtual, (2022). Poemas de Salvador Díaz Mirón. [en línea] https://www.palabravirtual.com/index.php?ir=critz.php&wi=11&show=poemas&p=Salvador+D%EDaz+Mir%F3n