Música universal: historias y ritmos del mundo

Cri-Cri cautivó con sus composiciones porque recuperaban nuestra muy peculiar tradición oral como son los refranes, dichos y algarabía mexicanas: sus letras nos transportan a lugares insospechados de nuestras tierras y retrata la personalidad del mexicano con su singular picardía y gracia.

Aunque Francisco Gabilondo Soler exaltaba la identidad nacional en sus composiciones, también abordaba temas de corte internacional tanto en sus letras como en sus melodías, entre las cuales destacan las costumbres orientales, el ritmo argentino, la lengua inglesa, la idiosincrasia alemana, el folcklor español, entre otros.

Con la versatilidad de sus canciones, Cri-Cri acercaba a los pequeños de su época a realidades muy distantes y distintas de su entorno; recordemos que en esos años aún no había televisión y la radio era el medio más accesible para conocer el mundo. Así plasmó en sus canciones formas de vida, ambientes, escenarios, costumbres y ritmos de lugares remotos, haciendo soñar a los niños de todo el mundo, ya que sus canciones han sido traducidas a varios idiomas tan diferentes al nuestro, como el japonés y el ruso.

De igual forma, llevó nuestro folclor más allá de las fronteras: Walt Disney transformó en dibujos animados la canción de Los Tres Cochinitos en la que muestra imágenes muy tradicionales de nuestro país.

Podríamos considerar que muchas de sus canciones son también fábulas modernas porque en ellas humaniza a múltiples animales que los hace protagonistas de sus historias: La Guacamaya, La Patita, El Conejo Blas, entre otras. Asimismo, utilizaba varias figuras literarias y diferentes tipos de versos y poemas usando una métrica específica. También legó a las letras mexicanas una serie de relatos como Las Hijas de Romualdo el Rengo y otros cuentos que han sido traducidos a diversos idiomas como el francés, inglés e incluso el ruso, los cuales han sido editados por Editorial Novaro y Selecciones de Reader´s Digest.